domingo, 25 de mayo de 2008

DETECTIVES EN LA GUANTERA 02: GUIDO BRUNETTI

(Publicado en La Opinión de Granada, Periferia, 24 de mayo 2008. Ver en el original)



Siempre dice un amigo poeta, llegado el mes de octubre, que el otoño es la única estación que se pisa. Es cierto para un tanto por ciento de los territorios del planeta y de nuestros territorios sentimentales. Aunque sea en octubre primavera en Buenos Aires, siempre hay otoño. Pero no todo el otoño se pisa por todo el mundo: en Venecia, el comisario Guido Brunetti, de la questura de la ciudad pisa el otoño por estrechos callejones, pero también ve caer las hojas a las calles acuáticas de la ciudad.

Donna Leon, norteamericana de Nueva Jersey, lleva viviendo más de veinte y pico años en Venecia. Como todo el mundo sabe, en las ciudades míticas, los conversos, aquellos que un día eligieron una ciudad de cromo para vivir, interiorizan más la condición de nativos. Leon eligió Venecia, que suena a Florencia, a Granada, a Samarcanda o Estambul, ciudades repletas de simbolismo, escenarios de caballeros, guerreros y amores imposibles.

La historia de Guido Brunetti empezó en el Teatro La Fenice, que también es un lugar mítico para los amantes de la ópera, como La Scala o el más mundano Metropolitan. No es asunto vano que siempre, siempre, una cita de alguna ópera de Mozart encabece cada novela. A Donna Leon, seguro, le pirra la ópera. Pero no supone eso un deje pijo en sus obras. En ese teatro que el fuego –impresionante combinación en Venecia, fuego y agua- destruyó en el año 1996, apareció por primera vez Brunetti para el mundo de los detectives literarios. Este detalle nos deja el mensaje de la teatralidad, del escenario veneciano en que nos adentraremos.

Venecia es una ciudad que cada vez se parece más a un parque temático. Acorralada por las palomas y los turistas, en sus ciento veinte islas esparcidas por la laguna se agolpan algo menos de trescientos mil habitantes, que habitualmente no tienen carné de conducir. Los coches no flotan. Si te despistas un momento y dejas la puerta de tu apartamento abierta no te sorprenda encontrar a una pareja haciendo fotos desde el balcón de tu salón. Son los riesgos de las ciudades turísticas. Guido Brunetti vive en el corazón de Venecia, en el barrio de San Polo, casado con una rebelde profesora de literatura inglesa enamorada del maestro Henry James, nostálgica sesentayochista, y dos hijos adolescentes. Como no podía ser de otra manera, su suegro es un conde, ese reducto de la aristocracia veneciana que llevó a los leones de San Marcos a dominar el Mediterráneo. La consecuencia es que en un futuro heredará un hermoso Palazzo cercano al puente de la Academia, con vistas al Gran Canal.

Cada mañana el comisario pase por la ciudad camino del trabajo en la questura sita en San Lorenzo. Mercado, Puente de Rialto, Campo de San Bartolomeo, Santa María Formosa. Allí, el fiel Vianello, promovido al fin al ascenso hace siete novelas y la embrujadora signorina Elettra Zorzi son sus leales compañeros: aquel a pie de calle, ésta exploradora audaz de los arcanos que guardan los ordenadores e internet. No todo es felicidad en la questura. El vicequestore Patta y el teniente Scarpa hacen todo lo posible para hacerle la vida toda imposible.

Los asuntos de Brunetti, como buen italiano, tropiezan a menudo con la Mafia (“esos señores del Sur”) y la Iglesia, con la aristocracia veneciana y el tráfico de obras de arte. Pero otros tráficos también, el humano de la prostitución de jóvenes perlas inmigrantes, de travestis, la explotación de la infancia, el arrinconamiento de los viejos. Son condimentos imprescindibles del sur europeo, del norte mediterráneo. Para resolverlos aplica una minuciosa capacidad de observación y una serie de técnicas que se repiten a lo largo de la serie.

Dieciocho novelas dan para viajar mucho. Brunetti no siempre cabalga las aguas de la laguna a bordo de la lancha, atraviesa callejones de orines y gatos o sube por las escaleras rimbombantes de un palacio renacentista. Muchísimos venecianos tuvieron que abandonar la laguna para trasladarse al continente. Mestre y Marghera son otros escenarios recurrentes, sin el glamour de la ciudad antigua. Industrialmente pestilentes, suburbialmente enjaretados, allí residen los otros venecianos, los menos afortunados, los que no tendrán la suerte de heredar el Palazzo Falier, como Brunetti y familia. Su cargo de comisario le hará salir a los alrededores del Véneto: Vicenza, Treviso, Padua, son ciudades recurrentes, como lo son las demás islas de la laguna: San Michele, Lido…

Las novelas con Guido Brunetti pergeñadas por Donna Leon, sin embargo, no constituyen una serie de imágenes idílicas, como un paseo en góndola bajo el Puente de los Suspiros. Un retazo de corruptela, de evocación fascista en la Liga Norte, de casos sepultados bajo la tierra de la omertá, de esquilmación del Estado, fraudes bancarios, privatización de la cosa pública, recorren continuamente las lecturas del aficionado.

La serie, eso sí, tiene la virtud de trasladarnos a la Venecia que esperamos. Allí nos coloca en los breves momentos de lectura que el día nos permite. Admiramos el turístico barrio de San Marcos, aspiramos el hedor de la laguna que ya es agua cristalina, tomamos café corretto, y disfrutamos en casa de Brunetti de tagliatelle con porcini, brioches, una copa de dolcetto, polenta de guarnición, y un chupito de grappa para degustar algún clásico grecorromano.

Cuando el acqua alta, la marea, anega los patios y campos (plazas) de la Venecia más hundida, los turistas ahuecan el ala, como las palomas, ratas del aire. Entonces Brunetti aparece con botas altas de goma y chubasquero para rebuscar en el cadáver las causas de la ruina y la decepción humana. Con él buceamos en esa otra Venecia. La que no está en la postal.


Todas las novelas de Donna Leon de la serie Brunetti están publicadas en España por Seix Barral:
Muerte en la Fenice, (1992)
Muerte en un país extraño (1993)
Vestido para la muerte (1994)
Muerte y juicio (1997)
Acqua alta (1996)
Mientras dormían (1997)
Nobleza obliga (1997)
El peor remedio (1999)
Amigos en las altas esferas (2000)
Un mar de problemas (2001)
Malas artes (2002)
Justicia Uniforme (2003)
Pruebas falsas (2004)
Piedras ensangrentadas (2005)
Veneno de cristal (2006)
Libranos del bien (2007)
La chica de sus sueños (2008)
La otra cara de la verdad (2009)

Recomendadas:
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Mayo 2008, Alfonso Salazar

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